En los años 40 y 50 del siglo XX, prácticamente todos los fabricantes de soldados de plomo, tuvieron en sus catálogos a la Guardia Mora, Capell no fué menos y realizó unas figuras muy parecidas a las de Eulogio, en donde la capa de la figura era una pieza diferente y se sujetaba al cuerpo con el vástago de la cabeza.